lunes, 9 de febrero de 2009

Tipos de Bascula

Antes de delimitar la amplia cantidad de ambientes donde puede operar una báscula y explicar los tipos de balanzas que existen, determinemos en primera medida cuál es su función principal.


Junto con el modelo romano y con la báscula, se trata de uno de los tres instrumentos (también conocidos con el nombre de operadores técnicos) que están destinados pura y exclusivamente a la medición de la masa de un cuerpo. Asimismo, es posible destacar un empleo de este operador que se lleva a cabo con mayor frecuencia, como es el caso de la aplicación sobre la superficie terrestre. Esto permite que se asocie la masa a su cuerpo correspondiente. La diferencia principal que podemos establecer con la báscula es que ésta última es utilizada cuando lo que se quiere pesar son masas sumamente grandes y de volumen más que notorio, en cambio las medidoras más comunes se emplean en los casos en los cuales los kilos de peso son notablemente inferiores, razón por la cual percibimos la constante demanda de las mismas en ambientes como laboratorios y cocinas. Porque resultan prácticas y fáciles de emplear. Como todo desarrollo, el de los instrumentos de pesaje también ha sido vertiginoso y ha ido entregando al mercado diferentes tipos de balanza según el ámbito o el uso que se les quiera dar. Un ejemplo claro de esto es el pasaje que se ha hecho de aquellos modelos más tradicionales (considerados un poco obsoletos en términos de demanda del usuario) a los modelos que funcionan a partir de un sistema esencialmente mecánico, cuya lectura resulta directa y precisa. Entre los principales empleos de estos operadores de medición es posible destacar a la utilización en los comercios, donde se los usa para efectuar el pesaje de los alimentos que van a ser vendidos a granel, como el caso de las carnes, el pescado y frutas varias. Este tipo de balanza tiene como parte esencial de su constitución a una suerte de caja registradora. En la misma, el vendedor deberá introducir el valor de aquella materia que está decidido a pesar. Así es como, de manera automática, el operador va a realizar rápidamente el cálculo del importe, que además podrá ser visto en una pantalla, dejando a un lado cualquier duda o sospecha del cliente de que el vendedor ha encarecido el verdadero valor de su compra. Una vez que dicha compra ha sido finalizada, entonces el medidor arroja un ticket con el detalle de todos los productos que fueron previamente pesados.


Otro tipo de balanza es la que se emplea cuando lo que se quieren medir son pequeñas cantidades de una determinada sustancia o material, como el caso de las medidoras de laboratorio. El rasgo que las define es el de la precisión, junto con el de la alta resolución. En cuanto a la constitución de este modelo, posee unos platillos fabricados en acero inoxidable y una función de tara que podrá ser activada siempre que así se lo necesite. Por otra parte, cualquiera sea el subtipo de este modelo de medidora, todas ellas tienen consigo un certificado de calibración, que puede ser sometido a verificación cuando se lo requiera. En cuanto a todas las posibilidades que se ofrece, podemos destacar que tienen la capacidad de efectuar diversas recetas, tienen el sistema de cuentapiezas y de porcentaje. Con esta clase de operador, el momento del pesaje no va a ser dificultoso, más bien todo lo contrario. Además de esto, que resulta esencial para todo pesaje, sus pesos de calibración y sus componentes de red (que asimismo funcionan a 240 V) no les impide ofrecer otra opción: la de la alimentación por medio de baterías. Estos operadores destinados a los laboratorios tienen un rango que opera en miligramos y cuentan con un dispositivo de calibración que opera de manera automática y que se encuentra en la parte interna del equipo de medición. Por esta razón, el ajuste del medidor va a realizarse a partir de un peso de calibrado, también interno. Esto implica, por supuesto, que no sea necesario emplear un peso de calibración que opere externamente.Otro tipo de balanza que es sumamente utilizada es la de cocina. Se las coloca en los hogares y resultan muy prácticas cuando se busca pesar alimentos, paso previo al de la etapa de cocinarlos según lo dispongan las recetas de cocina. Entre las ventajas más destacables del modelo anteriormente mencionado, podemos destacar que su manejo es sumamente sencillo, lo mismo que la función de tara con la que operan, la cual facilita en gran medida la realización de las recetas que se tienen a mano a la hora de cocinar. Este tipo de medidora puede ser alimentada de dos maneras. Una de las opciones es mediante la introducción de baterías. La otra opción consiste en alimentarla por medio de la red.


Asimismo, su rango de pesado puede llegar hasta los 150 kilogramos. Algo que es muy importante es su capacidad de lectura, que llega a la precisión de entre 0,01 y 50 gramos. Otros tipos de medidoras muy usadas: las industriales, las de joyerías, las de muelle, las de mesa, las de colegio, las de animales y las más pequeñas, llamadas de bolsillo.

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